La preeclampsia ocurre con más frecuencia en países en vías de desarrollo, pero también ocurre en países desarrollados como el nuestro, con una frecuencia entre el 1-8% de los embarazos.
En embarazadas de alto riesgo (con antecedentes, enfermedades o evidencia de mala placentación) se ha demostrado que la aspirina puede reducir las probabilidades de padecer la preeclampsia. Sin embargo, en la población de embarazadas de bajo riesgo (la mayoría de embarazadas), la aspirina no sirve. Lo único que se puede hacer es llevar una dieta saludable rica en calcio. También se puede realizar un cribaje (combinando ecografía y analítica) en primer trimestre para saber si se es de alto o bajo riesgo y entonces ver si es preciso tomar aspirina.
Finalmente, respecto al tratamiento, es complejo y depende de la edad gestacional a la que empieza y la gravedad. Si es muy grave, sí, hay que sacar al bebé y la placenta, y puede condicionar un parto prematuro.
Fatima