La comunicación interventricular (CIV) es una anomalia muy frecuente y en general con muy buen pronóstico.
Se detecta una CIV en 4 de cada 1000 embarazos y consiste en un pequeño agujero en el tabique que separa la parte derecha e izquierda del corazón. Lo más impotante ante una CIV es hacer una buena ecocardiografía (ecografía específica del corzón del bebé) para asegurarse de que el resto del corazón y del bebé son noemales. Si es así, o sea que se trata de una CIV aislada, el pronóstico es muy bueno, ya que en más del 90% de casos se cerrará espontaneamente sin hacer nada y tansólo en pocos casos requerirá una intervención para cerrarlo. En el peor de los casos que requiere una operación, esta suele hacerse a los 3-4 años de vida del niño y se trata de una 'pequeña' intervención ambulatoria en la que ponen un 'tapón' quedando en corazón que podrá funcionar muy bien el resto de la vida del niño. Pero insistir en que en gran mayoría de casos no dará ningun síntoma ni problema.
Respecto a la pregunta de si se hereda, pues sí se ha visto una cierta asociación en algunas familias en las que hay diversos casos, pero no hay una regla fija, así que no implica que vuestros proximos hijos vayan a tenerlo seguro.
En conclusión, ánimos, que si no le han visto nada más al bebé, probablemente irá muy bien y será un niño/a precioso y sano.
Fatima