El uso del agua o hidroterapia durante el parto se ha usado durante mucho tiempo. Históricamente, ya lo utilizaban los egipcios y romanos para el alivio del dolor del parto. Y actualmente se está introduciendo en las salas de parto de los hospitales de nuestro medio.
El agua aporta diferentes beneficios para la mujer:
- Efecto analgésico, reduce la tensión muscular y de ligamentos, disminuyendo la necesidad de analgesia loco-regional.
- Efecto relajante, proporciona confort, calor, acunamiento.
- Aumenta la libertad de movimiento gracias a la flotabilidad.
- Puede acelerar el trabajo de parto y reducir intervenciones profesionales.
- Reduce los traumatismos perineales.
- Proporciona empoderamiento, las mujeres sienten más control sobre el proceso.
- Aumenta la satisfacción materna en el proceso del nacimiento.
Cada vez son más las mujeres que optan por un parto más fisiológico y que encuentran en el agua un aliado. De hecho, hay estudios que dicen que
ante esta opción, la mitad de mujeres escogen el agua en algún momento del proceso de parto, y de éstas sólo un tercio paren en el agua (D. Garland, 2011).
¿Qué pensais? ¿Alguien tiene experiencia sobre el uso del agua en el parto?