Semana 15
de embarazo
Cambios fetales:
Capaz de cerrar heridas sin cicatrizar
¿CUÁNTO MIDE Y PESA EL FETO? Las medidas están entre 10 y 11 cm y pesa unos 50 gramos.
La estructura ósea y muscular del feto sigue desarrollándose, y los huesos son cada vez más densos porque cada vez tienen más calcio. Pero todavía en su mayor parte son cartílago. Así, si se hace una ecografía, o incluso una radiografía, sólo se ve una parte del hueso (la que tiene calcio). Esto hace que los huesos sean realmente elásticos, muchísimo más que los de un niño o un adulto. Esto no sólo sucede en los huesos, también las articulaciones son como “de goma” y muchos de los tejidos fetales se pueden estirar y deformar sin sufrir consecuencias mucho más de lo que harán en el futuro. En realidad se trata de un gran mecanismo de protección de cara al parto que comentaremos más adelante.
Otra curiosidad es la capacidad del feto de cerrar heridas de forma rapidísima y sin cicatriz. Lógicamente en principio un feto no se hace heridas como un niño. Pero en algunas ocasiones puede ser necesario pinchar o introducir un catéter en un feto por que tiene un problema. Pues bien, en estos casos cuando el bebé nace no es posible encontrar ninguna marca de la herida que se produjo en vida fetal. Esto es especialmente cierto en la primera mitad del embarazo. Más adelante, el feto irá perdiendo esa capacidad y ya en el tercer trimestre si sufriese una herida ya tendrá cicatriz, aunque siempre mucho menor que la de un niño o adulto. De hecho, esta es una característica que tienen todos los animales, y es una más de las muchas incógnitas que la investigación todavía no ha resuelto. La investigación persigue hace muchos años entender porqué los fetos cierran las heridas sin cicatrizar; si se descubriese permitiría solucionar muchos problemas de mala cicatrización y por supuesto mejoraría muchísimo los resultados estéticos de las cirugías. Pero, de momento, no lo sabemos.
Vídeos
¿Qué sucede esta semana?
Cambios en la madre
Aparece la línea alba
El embarazo empieza a producir cambios en la piel y el vello. Es relativamente normal que algunas mujeres noten un aumento del vello y a veces que aparecen pequeñas verrugas en el abdomen. También pueden aumentar el número de lunares o pecas, y a veces manchas en la cara. Más raramente, algunas mujeres pueden incluso notar un aumento muy importante de pigmentación en la cara, como una piel más morena, sobre todo en frente, nariz y pómulos, y labio superior, que parece tomar una forma de máscara. Su nombre técnico es cloasma gravídico, generalmente es leve, y desaparece después del embarazo.
Finalmente, en la barriga puede aparecer una línea de color marrón claro que va por el centro desde el pubis al ombligo. Esta línea recibe el nombre de línea alba, y también desaparece tras el parto. Todos estos cambios se producen porqué ha habido cambios en la producción de melanina, la sustancia que tenemos en la piel y que se liberan con la exposición al sol produciendo el tono moreno de la piel. En el embarazo, la liberación de melanina puede producirse incluso sin ningún tipo de exposición al sol. Pero, obviamente, estar expuestas hará que si aparecen cambios, éstos sean mucho más marcados. La sensibilidad al sol aumenta mucho en el embarazo y esto hará que se libere todavía más melanina. Por este motivo es muy importante tomar precauciones y seguir una adecuada protección solar con factores altos de protección.
Todavía estamos a tiempo de conocer si existen riesgos aumentados de anomalías cromosómicas realizando un screening de segundo trimestre.
Control del embarazo
Pruebas diagnósticas: Un segundo cribaje, sólo si es necesario
Sólo en las embarazadas que no se ha realizado el screening (cribaje) combinado de primer trimestre, se puede realizar todavía un screening de segundo trimestre. De hecho, hasta hace unos diez años se utilizó mayoritariamente el de segundo trimestre, hasta que se demostró que el de primer trimestre era algo más sensible y además permitía una detección más precoz. Pero por supuesto si por alguna razón no se hicieron las pruebas en el primer trimestre, todavía estamos a tiempo de conocer si existen riesgos aumentados de anomalías cromosómicas.
El cribaje de segunto trimestre utiliza también datos de la ecografía de las 12 semanas, pero en este caso el análisis se hace a las 15 semanas. Se miden los niveles en sangre de dos hormonas (beta-hCG, AFP, estriol no conjugado e inhibina-A), y se combinan con el valor de la translucencia nucal en una fórmula que nos da un valor numérico con el cual podemos saber si existe riesgo aumentado. Si ese es el caso, se recomendará a la paciente la realización de una amniocentesis para confirmar el diagnóstico.