Hola! Yo también os quiero contar mi experiencia en el Hospital La Maternitat del Clínic de Barcelona y mi parto natural.
Hacía cuatro noches que tenía contracciones cada quince minutos, no eran muy dolorosas y las pasaba caminando por casa. Durante el día o no tenía o eran muy espaciadas. En la quinta noche, ya de madrugada, me pareció haber rompido aguas. Desperté a mi pareja y nos fuimos al hospital, no muy convencidos de que fuera a ir en serio. Cuando llegamos me pasaron a una sala de reconocimiento, me pusieron los monitores y me hicieron un tacto; ante mi sorpresa me dijeron que estaba dilatada de 6 cm y que sí que había roto aguas. Pues estaba de parto! Me pasaron a la sala de partos, y como ya constaba en mis datos que queria un parto natural me llevaron directamente a la sala de la bañera. Allí conocí a la comadrona que me asistiría, Anna, y directamente me puso en la bañera. Me dijo que como máximo podía estar dos horas y que las contracciones tenían que empezar a ser seguidas, cosa que no estaba ocurriendo. Seguimos su consejos y estimulamos los pezones, y empezaron a llegar. El tiempo pasaba y las contracciones aumentaban de intensidad. En ese momento lo que más me ayudó fué sin duda la bañera, sin el agua caliente nu hubiera aguantado el dolor. Después de las dos horas (ya estaba dilatada de 8 cm, pero mi niño todavía no bajaba)salí de la bañera y me puse en la cama, no aguanté ni una contracción y pasé a la pelota donde estuve un buen rato y con contracciones ya bastante dolorosas. Mi pareja me ayudaba con masajes en la espalda y yo respiraba tal y como me habían enseñado en los cursos. Al cabo de un buen rato Anna me dijo que si quería entrar otra vez en la bañera; no lo dudé en ningún momento. Mi hijo ya iba bajando y yo seguía dilatando. En ese momento las contracciones eran realmente fuertes y seguidas. Tuve un momento en que me pensé seriamente que me pusieran anestesia, pero conseguí pasar el bache y seguí adelante con los animos de mi pareja y de Anna. Acabé toda la dilatación en la bañera y la expulsión la hice en la cama. Los pujos se me hicieron largos y dolorosos. Mi pareja veía la cabeza de nuestro hijo y yo tuve la gran recompensa de terminar de hacer salir a nuestro primer niño cogiendolo en brazos! El contacto piel a piel fué instantáneo, yo misma me lo puse en el pecho entre lágrimas y risas.
Después de 11 días, mi pareja y yo recordamos el parto como el momento más maravilloso que hemos vivido juntos!
Aprovecho para dar las gracias a todo el personal que nos atendió tanto durante el parto como después en planta, en especial a Anna, que me ayudó a conseguir el parto que yo quería.
También quiero destacar la importancia de la bañera; sin ella dudo mucho que hubiera aguantado tanto dolor.
Estoy muy contenta que las mujeres podamos decidir como queremos nuestro parto y que lo podamos hacer en hospitales públicos de nuestra ciudad.
Violeta