¿Cómo afectan las condiciones de trabajo al embarazo?

Cuando se plantean formar una familia, a muchas mujeres lo primero que les viene a la cabeza es como les afectará a su vida habitual, y concretamente, a su carrera profesional, a su trabajo. Sabemos que también por ese motivo, muchas retrasan su maternidad y se esperan a tener un trabajo estable que les permita estar tranquilas en su gestación y cuyas exigencias sean inferiores. Pero, ¿hasta qué punto el trabajo influye en el embarazo? Elisa Llurba, Directora de Ginecología y Obstetricia de Hospital de Sant Pau, repasa la evidencia científica que existe al respecto.

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En general, si la mujer no presenta ninguna enfermedad importante, o no presenta complicaciones del embarazo, pueden seguir con su vida habitual y su actividad profesional no se ve interrumpida por su embarazo.

La normativa actual establece una serie de pasos que el empresa debe valorar una vez la mujer comunica su embarazo con el fin de asegurar la salud de la madre y el bebé. En dicha normativa se recoge que en todo puesto de trabajo se deben evaluar los riesgos que la realización del trabajo habitual supone para el embarazo y valorar desde la necesidad de adaptación de las condiciones, hasta el cambio de puesto de trabajo o bien baja por riesgo laboral manteniendo las condiciones salariales.

¿En qué se basa la evidencia actual en relación a las condiciones de trabajo?

1) Trabajar más de 40 horas a la semana aumenta el riesgo de parto prematuro. 

Un reciente estudio realizado a 196.989 mujeres observó que aquellas mujeres que trabajan en turnos de día, el riesgo de complicaciones es proporcional a las horas trabajadas a la semana. Aquellas que trabajan 55 horas por semana tienen 10 veces más riesgo de parto prematuro respecto aquellas que trabajan 40 horas.

El estudio: The impact of occupational shift work and working hours during pregnancy on health outcomes: a systematic review and meta-analysis.

2) Trabajar de noche tiene riesgos para el embarazo. Está comprobado que las mujeres que trabajan en turnos nocturnos (especialmente en ámbito sanitario) presentan mayor riesgo de complicaciones del embarazo y que ese riesgo es proporcional a las noches trabajadas. Así, las mujeres que trabajan de noche en las primeras 20 semanas de gestación, tienen mayor riesgo de enfermedad hipertensiva de la gestación, aborto, crecimiento restringido del feto y parto prematuro.

El estudio: Night work and hypertensive disorders of pregnancy: a national register-based cohort study.

3) Volver al trabajo después del parto es beneficioso. Se ha visto que el hecho de poder volver al trabajo después del parto es bueno para la mujer. Incluso se ha demostrado que disminuye el riesgo de depresión posparto.

El estudio: The relationship between employment status and depression symptomatology among women at risk for postpartum depression.

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