Mareos y desmayos: ¿Qué debo hacer si me mareo?
Es absolutamente normal marearse más de la cuenta durante el embarazo, especialmente en entornos calurosos o en verano. Los mareos pueden darse en varias situaciones, como, por ejemplo, al incorporarse de golpe, al estar de pie durante largos periodos de tiempo, o, más raramente, estando sentada, sobre todo si se ha hecho algún movimiento brusco de cabeza. Un mareo importante puede conducir a un desmayo y es por este motivo que la mayoría de desmayos no son motivo de preocupación. De todos modos, hay que intentar evitarlos, especialmente por el riesgo de caídas que implican.
¿Por qué se sufren mareos o desmayos durante el embarazo?
En la gran mayoría de casos, los mareos y/o desmayos se deben a una bajada de tensión arterial. Los cambios hormonales propios del embarazo interactúan con la tensión arterial disminuyendo su nivel medio y su capacidad de regularse rápidamente.
Al estar mucho rato de pie o sentada, la sangre se acumula en las extremidades inferiores impidiendo que una cantidad adecuada de sangre regrese al corazón, y sea bombeada al resto del cuerpo, principalmente al cerebro. Al cabo de un largo rato de pie, o al levantarse bruscamente, se puede producir una disminución de flujo sanguíneo al cerebro. Este fenómeno, llamado hipotensión ortostática, es el principal responsable de los mareos y desmayos durante el embarazo.
En una minoría de casos, los mareos o desmayos pueden ser causados por una bajada momentánea de los niveles de azúcar en sangre, o por una combinación de bajadas de tensión arterial y azúcar, pero esta situación es muy poco habitual en embarazos normales.
¿Cómo evitar los mareos o desmayos durante el embarazo?
Básicamente, la mejor manera de evitar mareos o desmayos durante el embarazo es evitar las situaciones en las que el riesgo de sufrirlos es mayor:
- Evitar incorporase de golpe, o hacer movimientos bruscos de cabeza.
- No permanecer de pie durante largos períodos de tiempo.
- Es muy importante no estar sola en ambientes de riesgo, como pueden ser los entornos calurosos.
Tanto el mareo como el desmayo, igual que en cualquier otro adulto, son un motivo de consulta con el médico.