el parto

Parto vaginal después de cesárea: ¿es posible?

Muchas madres creen que después de una cesárea ya no es posible tener un parto vaginal. Sin embargo, en la mayoría de los casos sí lo es. Analizamos en profundidad cuándo está recomendado el parto vaginal tras una cesárea con Begoña Muñoz, especialista en Ginecología y Obstetricia en el Hospital Sant Joan de Reus (Tarragona).

cesarea parto vaginal

¿Cuándo está recomendado el parto vaginal tras una cesárea?

En general, se puede intentar un parto vaginal después de una cesárea en aquellas madres que tengan solo una cesárea y un periodo entre la cesárea anterior y el parto superior a 18 meses. Sin embargo, debemos tener en cuenta que el parto en estas pacientes tiene que ser bajo vigilancia de control de las contracciones y el bebé, ya que existe un pequeño riesgo (inferior al 1%) de que se abra la cicatriz durante el parto. Por ello, antes de decidir la vía del parto ante un nuevo embarazo, debemos considerar aquellas circunstancias que ya sea por la mama o el bebé desaconsejan un parto vaginal.

¿Qué factores maternos desaconsejan realizar un parto vaginal tras una cesárea?

  • Si se han realizado dos o más cesáreas anteriores.
  • Si entre la realización de la primera cesárea y el parto actual han pasado menos de 18 meses.
  • Si persiste la misma complicación en la madre que originó la indicación médica de la primera cesárea, como enfermedad o infección materna grave o problemas uterinos.
  • Si se detectó placenta previa, una complicación del embarazo que hace que la placenta esté situada en el cuello uterino, hecho que imposibilita la salida del bebé vía vaginal.
  • Si el tipo de incisión realizada en el útero en las anteriores cesáreas fue clásica o en T invertida (excepcional en la práctica habitual).

¿Qué factores fetales desaconsejan realizar un parto vaginal tras una cesárea?

Las causas fetales que recomiendan realizar otra cesárea son:

  • Si el feto presenta alguna enfermedad o su crecimiento y desarrollo no son los adecuados, como sucede en caso de diagnosticar retraso de crecimiento intrauterino.
  • Si existe macrosomía fetal, es decir, cuando el peso fetal es superior a 4000 gr sobrepasando el percentil 97.
  • Si se trata de embarazos gemelares de altor riesgo.
  • Si existe una presentación fetal distócica, es decir, cuando el feto no viene de cabeza o lo hace de forma anómala en el canal del parto, con lo cual podría dificultar el parto vía vaginal.
  • En circunstancias donde el trabajo de parto aumentaría el riesgo de complicaciones para el feto y, por tanto, se beneficiaria de nacer por cesárea.

Una vez descatados todas estas contraindicaciones, ¿es seguro el parto?

Sí, lo único que hay que tener en cuenta es que una cesárea conlleva una cicatriz en el útero y puede aumentar el riesgo de complicaciones en el siguiente parto en comparación con las madres que han tenido un parto vía vaginal. En la actualidad, podemos conocer de antemano las mamas que presentan una debilidad en la zona de la cicatriz y por tanto tienen mas riesgo de complicaciones.

En la ecografía del tercer trimestre, entre las 34 y 36 semanas de embarazo, podemos medir el grosor de la pared uterina, llamada “segmento uterino inferior” (que incluye la cicatriz) y saber si existe riesgo de problemas de esta cicatriz durante el parto.

¿En qué consiste la medición del segmento uterino inferior y para qué sirve?

Esta medición se realiza mediante una ecografía específica por vía vaginal o vía abdominal, en función del momento en que se realizó la cesaría, ya fuera de forma programada o durante el trabajo de parto. Se toma la medida del grosor de la pared uterina que nos permite identificar aquellas embarazadas con alto riesgo de complicaciones y, por tanto, desaconsejar el parto vía vaginal.

Después de una cesárea, la mayoría de mujeres tienen un grosor de la pared uterina dentro de los parámetros de normalidad, dato que se asocia a un bajo riesgo de complicaciones durante el trabajo de parto. La realización de esta prueba mediante ecografía en las semanas previas al parto permite seleccionar a las embarazadas con mayor riesgo de complicaciones y brinda la oportunidad a la mayoría de ellas a tener un parto vía vaginal con bajo riesgo de complicaciones.

“Como especialista en obstetricia –nos cuenta Muñoz– desde hace dos años realizamos la medida del segmento uterino inferior a todas las gestantes con cesárea. Esto nos permite realizar partos por vía vaginal a mujeres con cesárea previa, con resultados muy satisfactorios, disminuyendo el número de cesáreas programadas, aumentando los partos vaginales y la satisfacción de las madres”.

Entonces, ¿es seguro realizar un parto vaginal tras una cesárea?

Sí. Si se combinan los antecedentes clínicos, los hallazgos ecográficos y un buen control intraparto es posible realizar partos vaginales después de cesárea con un riesgo mínimo de complicaciones.

 

9 meses