Cuando el bebé viene de nalgas
Semanas antes del parto, la mayoría de bebés se colocan con la cabeza hacia abajo para que su salida sea más fácil. Algunos, sin embargo, no lo consiguen (un 4% aproximadamente). Existen algunos ejercicios para ayudar al niño a girarse y colocarse en la posición correcta para nacer.
El bebé viene de nalgas ¿Qué puedes hacer?
Cuando falten de cuatro a seis semanas para la fecha del parto, el ginecólogo puede aconsejar a la embarazada practicar diariamente estos sencillos ejercicios. Aunque su eficacia no está demostrada, en algunos casos podrían ayudar al bebé que viene de nalgas a colocarse correctamente:
1. Tumbarse de espaldas o sobre un lado. En esta posición, si el feto dispone de suficiente líquido amniótico, tenderá a separarse de la pelvis y podrá moverse un poco, girándose y colocándose en la posición correcta. La futura mamá debe tumbarse de espaldas, procurando elevar la pelvis mediante el uso de almohadones. Si esta posición resulta incómoda, debido a la presión que ejerce el feto sobre los grandes vasos venosos del abdomen, también es posible tumbarse sobre un lado.
2. Masajes en el vientre. Se pueden realizar masajes en el vientre, efectuando suaves movimientos circulares con las manos.
3. Posición acurrucada. Cuando la embarazada note que el feto ha dado la vuelta, debe ponerse cada día en posición acurrucada durante diez o quince minutos. Esto ayudará al niño a permanecer en la posición correcta hasta el momento del parto.
La versión externa
El médico puede intervenir para favorecer el cambio de posición y evitar, de este modo, un parto de nalgas o una posible cesárea. Esta práctica se conoce como una versión externa, y consiste en manipular al bebé desde el exterior para intentar ayudar a que se gire y se ponga de cabeza. Se trata de una maniobra que debe realizarse por personal entrenado y en un hospital, pero puede tener éxito en el 50% de los casos y evitar muchas cesáreas.
El parto de nalgas
El parto de nalgas representa un incremento de los riesgos de complicaciones durante el parto. Aunque en general se tiende a ofrecer cesárea de forma electiva, en casos seleccionados se considera aceptable intentar un parto vaginal siempre que los progenitores así lo deseen. Ante esta posible situación, el médico comenta con los progenitores los riesgos y beneficios de un parto vaginal, y estos toman la decisión final.