Hinchazón de pies y tobillos durante el embarazo, ¿es normal?

Al final del embarazo es normal que se empiece a notar un aumento de retención de líquidos sobre todo en las piernas. Se trata de un edema y se debe al enlentecimiento del retorno venoso por la compresión de útero sobre la pelvis. Este trastorno puede ser particularmente severo en mujeres con embarazo múltiple o exceso de líquido amniótico. El edema además suele empeorar al final del día y durante el verano. ¿Quieres saber cuáles son sus causas y cómo prevenirlo?

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¿Cuáles son las causas?

El edema ocurre cuando se acumula demasiado líquido en los tejidos, algo normal durante el embarazo y que produce cierto grado de hinchazón. El útero es cada vez más grande ejerciendo presión en las venas pélvicas y en la vena cava (la vena más grande que está en el lado derecho del cuerpo y que transporta la sangre desde las extremidades inferiores hasta el corazón). La presión del útero hace que la sangre que vuelve de tus piernas hacia el corazón circule más despacio, y que el fluido de las venas se retenga en los tejidos de los pies y tobillos. Esta complicación la veremos con más frecuencia durante los últimos tres meses de embarazo cuando el crecimiento uterino es más evidente.  

Puede ser normal que en el postparto inmediato vuelvan a aparecer edemas. Se debe a la redistribución vascular que se produce desde el útero. Ha pasado de ser uno de los órganos más vascularizados para mantener la gestación a tener que distribuir el volumen sanguíneo a través de los tejidos periféricos propiciando la aparición de edemas. Estos edemas van a desaparecer paulatinamente en los siguientes días postparto.

¿Cómo se debe tratar?

Para poder aliviar estas molestias se debe intentar mantener una postura con las piernas elevadas. Evitando cualquier compresión excesiva, ya sea calcetines o ropa ajustada

Los cambios posturales pueden acompañarse de masajes de drenaje para facilitar el retorno venoso y así disminuir la retención de líquidos.

También se debe realizar ejercicio físico moderado, como caminar de 20 a 30 minutos diarios y realizar movimientos circulares.

Es recomendable beber mucha agua; aunque parezca contraproducente eso hará que el cuerpo retenga menos líquidos.

Si se observa edema en manos o cara se debe acudir al médico. También es un motivo de consulta si la extremidad se empieza a poner muy caliente, roja o aparecen ampollas. El médico podrá valorar alguna medida para ayudar a la eliminación de éste exceso de líquido y descartar que se esté desencadenando alguna complicación.

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