Ser madre, ¿a qué edad?
20, 30, 40… se puede ser madre en momentos muy distintos de la vida, pero ¿existe una edad ideal para quedarse embarazada? A nivel estadístico, la edad media para tener hijos en sociedades desarrolladas ha aumentando con los años, especialmente en el sur de Europa, donde hemos pasado del 5% de embarazadas de más de 35 años, en los años 70, a porcentajes por encima del 25% y del 35% según la zona.
Este cambio puede explicarse parcialmente por motivos económicos o culturales, incluyendo seguramente la plena incorporación de la mujer al mercado laboral. Desafortunadamente, para un gran número de mujeres trabajadoras un embarazo todavía puede frenar la carrera profesional por lo que la decisión se pospone durante años. A su vez, este retraso general de la edad de tener hijos, genera gran número de dudas y mitos acerca de la relación entre la edad de la madre y el desarrollo de su embarazo.
Biológicamente, la edad ideal para quedarse embarazada se sitúa entre los 25 y los 28 años, pero biológicamente también podríamos decir que estamos programados para reproducirnos y morir a los 30-40 años, por lo que no podemos dejar nuestra evolución social de lado. Los avances médicos y tecnológicos han hecho aumentar nuestra esperanza de vida muy por encima de lo que la naturaleza diseñó para nosotros, por lo que el margen de edad para tener hijos se amplía hasta más allá de los 40 y la perspectiva cambia. No obstante, sí es cierto que atrasar el embarazo más allá de los 35 tiene como consecuencia un mayor nivel de riesgo tanto a nivel de fertilidad como de calidad del embarazo.
En lo que respecta a la fertilidad, es cierto que con la edad se la calidad de óvulos se reduce, por lo que puede resultar más difícil quedarse encinta, pero no se puede tomar la edad como único factor en el momento de evaluar cada caso. A nivel de embarazo, podemos hablar de un incremento de riesgos, aunque siempre matizado. Analicemos las afirmaciones populares más habituales al respecto:
- A más edad, más probabilidad de sufrir un aborto o parto prematuro. Si bien es cierto que se registra un discreto incremento de prematuros y abortos (2-3%), éste no tiene suficiente relevancia como para contraindicar el embarazo a partir de una cierta edad.
- A más edad, más riesgo para la madre. Es normal que la salud se deteriore con la edad debido al envejecimiento natural y la predisposición genética, por lo que someterse a una situación de estrés para el cuerpo como es el embarazo puede tener un mayor efecto a más edad, es decir, el embarazo no empeora la salud pero puede acelerar el desarrollo de patologías para las cuales la madre ya estaba predispuesta. Por lo tanto, cuidar la salud tanto antes como durante el embarazo es lo más importante de cara a prevenir cualquier problema. En este caso, la edad es un factor estadístico pero no es el único.
- A más edad, más probabilidad de malformaciones o anomalías cromosómicas en el feto. Históricamente, se consideraba que la edad a partir de la cual el riesgo de malformación o anomalía genética aumentaba eran los 35, pero esta edad es tan solo un límite arbitrario establecido en base a las estadísticas de la época, por lo que no debe tomarse como referente. De la misma manera que con el aborto o la prematuridad, el riesgo aumenta con la edad pero sigue siendo mínimo; en embarazos a los 25 años el riesgo de síndrome de Down es de 1 entre 1000, mientras que en embarazos a los 40 hablamos de 20 entre mil, de manera que hay un aumento pero la probabilidad se mantiene en un 2%. Por otro lado, hoy en día ya existen gran cantidad de pruebas (como el test no invasivo) para la detección precoz de estas anomalías.
Así pues, si bien la situación actual nos permite plantear los embarazos más allá de la edad biológica ideal, no podemos trivializar la influencia de la edad en la calidad de los mismos. En cualquier caso, la edad ideal –de mínimo riesgo– se situaría entre los 20 y los 40 años, aumentándose a los 45 si se goza buena salud. Pero recordemos que esto son conceptos generales y cada persona es diferente. Si bien está claro que en general no podemos promocionar el embarazo tardío como igual de saludable, la planificación y la reflexión caso por caso permitirán decidir el mejor momento para ser madre.
Por Eduard Gratacós, director de BCNatal