Se cumplen 20 años de la primera cirugía fetal en España
Fue en junio de 1999 cuando Eduard Gratacós, hoy director de BCNatal, realizó la primera cirugía de un feto en el interior del útero de la madre en España. Se trataba de unas gemelas que padecían transfusión feto-fetal, una complicación característica de los gemelos que comparten placenta que puede ser mortal. Hoy, 20 años después, la medicina fetal es una especialidad que salva vidas a diario.
¿Qué es el síndrome de transfusión feto-fetal?
Las gemelas Diana y Patricia Ribó tienen 20 años. Antes de nacer, Eduard Gratacós las operó. Era un junio de 1999. En esa época, él trabajaba en un proyecto europeo de cirugía fetal en la Universidad de Lovaina (Bélgica). Ellas crecían en la barriga de su madre, María Dolores, pero padecían una complicación característica de los gemelos que comparten placenta: el síndrome de transfusión feto-fetal. Es una complicación que sufren un 10 o 15% de gemelos monocoriales (gemelos idénticos que comparten una placenta) que consiste en un desequilibrio en el intercambio de sangre que hay entre los bebés: un feto empieza a pasar más sangre de la que recibe, lo que puede provocarle una anemia severa y un retraso de crecimiento. En este caso, Diana era el bebé donante de sangre y, por tanto, el más pequeño. El otro, el mayor, recibe tanta sangre que su corazón necesita trabajar por encima de su capacidad normal y finalmente puede caer en fallo cardíaco. Además, tiene un exceso de líquido amniótico.
La cirugía fetal: la única opción se sobrevivir para algunos fetos
“Descubrieron el problema de las niñas en la semana 20 de gestación, uno de los fetos era más pequeño. Me mandaron reposo. Comencé a sentir molestias, dolores de espalda y contracciones que se hicieron más y más intensas. Cuando acudí a urgencias pensaban que iba a dar a luz. Mi barriga era comparable a la de una embarazada de ocho meses, pero yo solo estaba de cinco. Entonces fue cuando me diagnosticaron la transfusión feto-fetal, una complicación muy grave”. Así recuerda María Dolores esos momentos de pánico. Fue entonces cuando le hablaron de una posible operación. “Las posibilidades de supervivencia aumentaban: un 20% para el feto más pequeño, un 70% para el mayor”. Decidieron hacerla.
La primera operación 'intraútero'
Eduard Gratacós viajó desde Lovaina para realizar la operación. La cirugía duró dos horas y se hizo por un procedimiento similar a la laparoscopia: a través de un tubo de apenas dos milímetros se introdujo un foco de luz, una cámara y el conducto de rayos láser, unos instrumentos diminutos y muy complejos. Todo salió bien: gracias a esa intervención, a los pocos días la complicación se revirtió. Aún así, el parto de María Dolores se adelantó. Diana y Patricia nacieron a las 30 semanas de gestación. Diana pesó 870 gramos, Patricia 1100 gramos. Tras dos meses en la incubadora, les dieron el alta. En la imagen, cuando tenían 6 meses.
El reencuentro
20 años después, Diana es estudiante de Publicidad y, para un trabajo de la universidad, quiso hacerle una entrevista al doctor que les salvó la vida. Fue entonces cuando se reencontraron con Gratacós. "Sabíamos pocas cosas de él, de pequeñas solo nos contaron que hubo complicaciones en el embarazo y que un médico vino de muy lejos a operarnos”. Ese médico, que hoy dirige uno de los centros en medicina maternofetal más punteros de Europa, realiza un centenar de operaciones intrauterinas al año, entre ellas la de transfusión feto-fetal que les practicaron, pero también de otras patologías de tórax (como la hernia diafragmática), abdomen y sistema urinario.
Los nuevos retos de la cirugía fetal
Gratacós también lidera el grupo de investigación BCNatal Fetal Medicine Research Center que trabaja para lograr nuevos avances en su especialidad. "Si hace 20 años era normal estar dentro del útero 60 minutos, incluso 90, hoy el tiempo se ha reducido a 13-14 minutos", explica. ¿Cuál es el próximo reto? "Ahora estamos a punto de dar un segundo salto generacional: en pocos meses podremos hacer la primera cirugía con guiado tridimensional, para poder ver dónde te estás moviendo dentro del útero en cada momento".
Para seguir investigando, Gratacós recibe ayuda privada de entidades como la Fundación La Caixa y Cerebra, pero reclama una mayor inversión pública. “Hay poca visión y no hay una política investigadora que sobreviva a más de un Gobierno”, dice Gratacós. Patricia y Diana no pueden estar más de acuerdo: “Se debe invertir en medicina fetal porque salva vidas”.
Más información:
Reportaje original de El País Semanal: Dos gemelas se reencuentran con el médico que les salvó la vida hace 20 años
Reportaje de la primera intervención intrauterina en El País: Realizada a dos fetos la primera operación intrauterina de España