Que las futuras mamás se expongan a unas sustancias plásticas llamadas ftalatos durante el primer trimestre del embarazo podría tener efectos en sus hijos varones, que podrían tener un riesgo mayor de ser estériles más adelante. Así lo afirma un estudio de la revista Human Reproduction que incluye los datos de casi 800 mujeres embarazadas y sus hijos.
Este mes se cumplen dos años de inatal, dos años acompañando a las futuras mamás en uno de los periodos más emocionantes, nuevos y desconocidos de su vida con información veraz, amena y, lo más importante, elaborada por profesionales médicos en medicina maternofetal. Lo celebramos con unas cifras impresionantes, que superan ya los 7.500.000 de visitas. Gracias por hacerlo posible.
Las autoridades sanitarias llevan años recomendando un consumo frecuente, pero moderado, de pescado y evitar la ingesta de ciertas especies como el atún o el pez espada durante el embarazo y los primeros años de vida del bebé por su alto contenido en mercurio. Pues bien, ahora la ciencia parece que empieza a cuestionarlo.
En la década de los 90 distintos estudios sugerían que los frutos secos en el embarazo podían suponer un mayor riesgo para el futuro bebé de desarrollar una alergia alimentaria. Ahora, un nuevo estudio apunta lo contrario: cuántos más frutos secos consumen las mamás, menor es el riesgo del niño de contraer una alergia.
La administración de antibióticos a la madre durante el parto ha salvado y salva la vida de miles de recién nacidos al año, sin embargo tiene también algunos efectos indeseables. Uno de ellos es que altera el proceso de establecimiento de la flora o microbiota intestinal en el recién nacido. El estudio, publicado en Journal of Pediatrics, muestra “grandes alteraciones” en el caso de niños prematuros.
El autismo es un trastorno del desarrollo que ha aumentado notablemente en los últimos años entre la población infantil, y sobre el cual todavía hay muchas incógnitas. Los investigadores buscan posibles factores de riesgo para contribuir a su prevención y entre las últimas investigaciones se han hallado pruebas de que el autismo podría originarse en el embarazo.
