Diario del desarrollo
El embarazo
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Halima Cissé, una maliense de 25 años, dio a luz a 9 niños en Marruecos. Su embarazo fue foco de atención en Mali, incluso cuando se creía que solo tendría septillizos. ¿Cómo se producen este tipo de gestaciones y qué riesgos conllevan? ¿Qué récords ha habido hasta la fecha? Al habla Elisa Llurba, directoria de Ginecología y Obstetricia del Hospital Sant Pau de Barcelona.
La disponibilidad de las vacunas contra la COVID-19 ha generado mucha expectativa en la población en general. Sin embargo, en embarazadas, lactantes, o mujeres que buscan el embarazo, existen todavía algunas incógnitas. Mónica Cruz, especialista en medicina maternofetal del Hospital de Sant Pau de Barcelona, resume la información con la que contamos hasta el momento.
Seguir una dieta mediterránea o realizar mindfulness en el embarazo reduce un tercio el riesgo de tener un bebé con bajo peso al nacer. IMPACT BCN, una investigación inédita, demuestra que sin fármacos, solo modificando la forma de comer y actuar de la embarazada, se puede cambiar la salud del feto. Nos lo cuenta Francesca Crovetto, especialista en medicina maternofetal en BCNatal.
Practicar técnicas de relajación como el yoga o el midfulness puede proteger la salud de la madre y favorecer el desarrollo del bebé a lo largo de los nueve meses. E incluso favorecer un parto más relajado.
¿Por qué practicar Mindfulness es beneficioso para el embarazo?
Lo de comer por dos en el embarazo ha pasado a la historia. Lo más importante es seguir una dieta equilibrada: mucha fruta y verdura, y nada de alcohol.
Como organización sin ánimo de lucro, iNatal pone en marcha actividades docentes, divulgativas, asistenciales y de investigación relacionadas con el embarazo. El 100% de tu donación se destinará a financiar proyectos como el grupo de apoyo al duelo perinatal 'Compartim' e investigaciones de BCNatal Fetal Medicine Research Center –Hospital Clínic y Sant Joan de Déu de Barcelona– que buscan soluciones a enfermedades de origen prenatal. ¡Gracias a ti mejorará la calidad de vida de muchas familias! Conoce mucho más.
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En la semana 2 se produce la fecundación; éste es el momento en el que el espermatozoide (del padre) y el ovocito (de la madre) se encuentran en la mitad de la trompa. El espermatozoide se introduce en el ovocito, y los núcleos de cada célula se fusionan en una sola, que a partir de entonces se llama zigoto. El espermatozoide y el ovocito son células reproductoras, y por tanto tienen sólo la mitad de los cromosomas que tiene un ser humano normal. Así, cada progenitor aporta 23 cromosomas que se unen en el zigoto, o futuro embrión, para formar una célula humana normal con 46 cromosomas, la mitad de cada progenitor.
Cada cromosoma está formado por millones de genes, que contienen toda la información necesaria para "ejecutar el programa" de formar un ser humano. Los cromosomas sexuales se encuentran desde el inicio de la fecundación; el sexo del futuro bebé viene determinado por el espermatozoide que haya fecundado al ovocito: si es un cromosoma Y el embrión será niño, y si es X será niña.
Tras la formación del zigoto, éste empieza a dividirse rápidamente en dos, cuatro, ocho... y así sucesivamente con lo que en pocos días tiene ya miles de células. En estos días pasa por diferentes fases en las que se denomina primero blastómera, luego mórula y posteriormente blastocisto. Mientras se transforma, desciende por la trompa hasta el útero, y ya en la semana 3 del embarazo se implanta en la pared interna del útero, que conocemos como endometrio.
¿CUÁNTO MIDE Y PESA EL FETO? El feto pasa de 40 a 60 mm y pesa unos 8-9 gramos.
Aunque la cabeza aún es muy grande en relación con el cuerpo, este se va alargando y se va diferenciando la zona de la barbilla y el cuello. Los movimientos son reflejos, pero cada vez de mayor complejidad. Por ejemplo, el feto empieza a deglutir de forma regular y a pasar líquido al sistema digestivo, que está en pleno desarrollo. Excepto el cerebro, la mayoría de órganos están formados “por fuera”. Esto quiere decir que su aspecto ya es casi el mismo que tendrán el resto de su vida, pero en su interior todavía sucederán cambios hasta que estén preparados para funcionar fuera del útero. Pero algunos van más rápido que otros.
Por ejemplo, desde las 8 semanas los riñones han iniciado ya la producción propia de orina. Esto es necesario para garantizar el líquido amniótico. En las primeras semanas, el líquido que rodea al feto procedía de una filtración a través de las membranas. Pero este mecanismo ya no garantiza las cantidades que hacen falta para rodear al feto, cada vez más grande. Los riñones son una fuente más importante de líquido, y en poco tiempo casi todo el líquido amniótico será orina fetal. El líquido amniótico cumple un papel fundamental para el embarazo; garantiza que el feto está protegido en caso de un golpe accidental en la madre y ayuda a mantener una temperatura estable.
Las náuseas suelen empezar a disminuir a partir de las 11 semanas, por lo que la madre se encontrará mejor, pero es probable que el cansancio y el sueño se sigan manteniendo igual que en semanas previas. Se puede empezar a notar pesadez de piernas y los calambres, por un empeoramiento del retorno venoso en las piernas por la compresión del útero.
El útero ya se acerca al borde superior del hueso del pubis, pero todavía no sobresale por encima. En este momento ya ocupa casi toda la pelvis de la madre, y esto hace que pueda comprimir en ocasiones las venas que devuelven la sangre desde las piernas al corazón. Cada vez va a ser más difícil disimular el embarazo, aunque esto como siempre es muy variable y algunas mamás tendrán un aspecto externo igual que siempre durante muchas semanas todavía.
Es mejor esperar a las 12 semanas para hacer la primera ecografía, ya que pequeños cambios de milímetros en el tamaño de las estructuras internas del feto hacen que la visualización sea mejor.
Aunque hacia mitad de esta semana ya es posible realizar la ecografía de primer trimestre, lo habitual es que esta prueba se haga a partir de las 12 semanas. La razón es que, aunque parezcan pocos días, el crecimiento del feto y todos sus órganos en estos momentos sigue siendo muy importante. Pequeños cambios de milímetros en el tamaño de las estructuras internas hacen que la visualización sea mejor o peor. De hecho, con una buena ecografía vaginal es posible descartar ya una parte importante de las malformaciones posibles fetales. Por este motivo, es importante realizar esta prueba cuando va a tener más rendimiento, y para la mayoría de situaciones esto es más allá de las 12 semanas. Hay que esperar todavía una semana, pero ya falta menos.
¿CUÁNTO MIDE Y PESA EL FETO? Las medidas del feto están entre 15 y 16 cm y pesa 260 gramos.
En la semana 20, los principales órganos del feto ya se han desarrollado, y ya puede valorarse por ecografía que la anatomía del bebé sea correcta. El corazón, riñones, hígado, columna, genitales e intestino ya tienen su forma casi final y a partir de ahora crecerán en tamaño y madurarán. Una excepción es el cerebro, que aunque ya está muy desarrollado, seguirá completándose su formación hasta el final del embarazo e incluso durante los primeros años de vida del bebé.
A estas alturas, tanto la forma como sus proporciones son parecidas a las que presentará al nacer; en esta etapa los movimientos son fundamentales para que no presente deformidades en las articulaciones ni en las extremidades. En la capa más superficial de la piel, la epidermis, empiezan a aparecer los surcos característicos de cada persona en palmas de las manos, dedos y plantas de los pies. Estas arrugas o surcos epidérmicos vienen determinados genéticamente y son distintos para cada persona.
La grasa también empieza a aparecer debajo de la piel. Hace algunas semanas que las glándulas de la piel del feto segregan una sustancia blanquecina y pastosa llamada vérnix caseoso. Esta sustancia protege la piel del feto contra la agresión del líquido amniótico. Cuando el bebé nace, estará cubierto por este vérnix.
A las 20 semanas, la mayoría de embarazadas ya notan los movimientos del feto.
El útero se encuentra a la altura del ombligo. La embarazada se encuentra en la mitad del embarazo y, en estos momentos la respiración se hace más profunda y el ritmo cardíaco se acelera para compensar el sobreesfuerzo que debe hacer el sistema circulatorio de la mamá para bombear su sangre y la del feto.
En esta etapa también es habitual sentirse cansada y con mucho sueño. Debido al aumento del volumen sanguíneo y el mayor tamaño del útero, puede ser que aparezcan palpitaciones, sofocos o mareos, sobre todo en situaciones estresantes o al acostarse boca arriba. Al recostarse sobre la espalda, el útero puede comprimir la vena cava inferior (una vena que se encuentra al lado de la columna y circula des de las piernas hasta el corazón) dando una bajada de tensión y mareo. Si esto ocurre, se recomienda acostarse sobre el lado izquierdo, ya que así se descomprime dicha vena y suele pasar el mareo. Por lo tanto, también se aconseja tumbarse sobre el lado izquierdo al dormir o estirarse. Para prevenir los mareos también se aconseja beber abundantes líquidos y una dieta rica en hierro (carnes rojas magras, aves, pescado, espinacas, lentejas y otras legumbres, espinacas) para prevenir la anemia.
Es habitual que las encías estén más sensibles o sangren al cepillarse los dientes. Los cambios hormonales junto con el aumento de flujo sanguíneo facilitan este sangrado y también predisponen más a infecciones. Por esta razón, es importante mantener una buena higiene dental durante el embarazo.
En la ecografía de segundo trimestre a parte de tomar las medidas del feto, se realiza un examen detallado de toda su morfología pudiendo diagnosticar anomalías en su desarrollo.
Este es el momento ideal para realizar la ecografía morfológica que permitirá valorar toda la anatomía del feto. En esta ecografía, además de tomar las medidas del feto, se realiza un examen detallado de toda su morfología órgano por órgano, pudiendo diagnosticar anomalías en el desarrollo del feto; por lo tanto, en esta ecografía se pueden diagnosticar gran parte de malformaciones que pueda presentar el feto.
En el caso de diagnosticarse alguna malformación, se comenta con los padres el significado y el pronóstico de la misma, si es necesario ampliar el estudio con más pruebas, que puede incluir la realización de analíticas, ecografías más exhaustivas, amniocentesis o resonancia magnética. En los casos más graves, la legislación española contempla como una posibilidad la interrupción legal de la gestación.
Se debe tener en cuenta que existen ciertas malformaciones que no son posibles identificar ecográficamente; hay otras alteraciones que ocurren con el desarrollo del feto y que pueden aparecer en el tercer trimestre por lo que en esta ecografía serán imposibles de detectar.
Durante la realización de la ecografía morfológica también puede medirse el Doppler de las arterias uterinas y el cuello de la matriz. La medición del flujo que pasa a través de las arteria uterinas mediante ecografía Doppler permite entender cómo está funcionando la placenta y se usa para valorar el riesgo de algunas complicaciones del embarazo como la preeclampsia (hipertensión del embarazo) o retraso de crecimiento intrauterino (problemas de crecimiento del bebé).
La medición del cérvix o cuello uterino sirve para estimar el riesgo de parto prematuro. Tanto el Doppler de uterinas como el cérvix uterino pueden ya medirse en la ecografía de primer o de segundo trimestre para valorar el riesgo de posibles complicaciones del embarazo.