Semana 21 de embarazo
Semana 21
de embarazo
Cambios fetales: El sistema digestivo y respiratorio del feto sigue madurando
¿CUÁNTO MIDE Y PESA EL FETO? Las medidas están entre 17 y 18 cm y el peso es de 300 gramos.
El sistema digestivo está madurando; el feto se encuentra con una gran actividad moviendo las cuatro extremidades y deglutiendo líquido amniótico, que pasa al estómago y al intestino delgado, que absorbe parte del líquido; el resto pasa al intestino grueso. Este líquido amniótico contiene nutrientes que ayudan al desarrollo del bebé, tanto del sistema digestivo como del sistema respiratorio. El grado de desarrollo de los intestinos permite absorber pequeñas cantidades de nutrientes del líquido que el feto traga. Sin embargo, la mayoría de nutrientes del feto seguirán proviniendo de la placenta.
La médula ósea empieza a producir glóbulos rojos, substituyendo progresivamente la función que realizaba hasta el momento el hígado y el bazo del feto. En las niñas, la vagina comienza a formarse y en los niños los testes descienden desde la pelvis al escroto.
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¿Qué sucede en la semana 21 de embarazo?
Cambios en la madre
Ya se nota cómo se mueve el bebé
En la semana 21, la gran mayoría de embarazadas notan ya los movimientos del bebé, sobre todo por la noche estando tumbada.
Durante este periodo la embarazada suele encontrarse mejor, ya que el organismo se ha adaptado a los cambios hormonales, han desaparecido las típicas molestias del primer trimestre y aún no han aparecido la pesadez y molestias del final del embarazo. El útero va creciendo, y por lo tanto, el abdomen también lo hace con lo que suele notarse ya la barriga de embarazada. En ocasiones los músculos del abdomen, los rectos abdominales, se separan y se produce la diástasis de rectos, apareciendo un bulto alargado en el centro del abdomen.
En esta semana, también puede notarse la aparición de estrías (ver cambios en la piel). Esto ocurre porque la piel se está estirando para acomodar el crecimiento del útero. Las estrías son unas líneas en la piel que tienen diferente textura y pueden ser desde rosadas a marrones, dependiendo del color de la piel. Durante el embarazo se van haciendo más evidentes a medida que pasan los meses, pudiendo aparecer en la barriga, nalgas, muslos, caderas y pechos. Para intentar evitarlas, se aconseja mantener la piel bien hidratada (con aplicación diaria de crema hidratante mediante un suave masaje en círculos en la piel) y un consumo adecuado de alimentos ricos en vitaminas A, C y E (lácteos, cítricos, zanahorias, tomates, aceitunas, nueces, espinacas, aceite, pescado, etc.); vitaminas necesarias para la síntesis del colágeno de la piel.
También puede ocurrir que el ombligo se salga hacia afuera debido a la presión que ejerce el útero en crecimiento sobre el ombligo. Esto suele ser temporal y suele regresar tras el parto.
A las 21 semanas aún es buen momento para realizar la ecografía morfológica en la que se hace un examen detallado del feto para descartar posibles anomalías en su desarrollo.
Control del embarazo
Pruebas diagnósticas: Ecografía morfológica
A las 21 semanas aún es momento para realizar la ecografía morfológica, si no se ha hecho antes. En esta ecografía, a parte de tomar las medidas del feto, se realiza un examen detallado de toda su morfología pudiendo diagnosticar anomalías en el desarrollo del feto; por lo tanto, en esta ecografía se pueden diagnosticar gran parte de malformaciones que pueda presentar el feto. En el caso de diagnosticarse alguna malformación, se comenta con los padres el significado y el pronóstico de la misma, si es necesario ampliar el estudio con más pruebas, que puede incluir la realización de analíticas, ecografías más exhaustivas, amniocentesis o resonancia magnética.